7 Poemas de Kevin Junk
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- 13 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 jul
Traducido por Cynthia Alexandra Biggemann
Apolo, el amante
soy el oráculo soy el sol
quiero consagrarte mi cuerpo
te resistes o vienes conmigo
no lo puedo decir
conozco el futuro contigo pero
tan solo me cuenta eterno el instante
también deseas
disolver los bordes
sin esperar un entre nosotros
hasta que mi tacto
sea replicado
por tu tacto
abro mi cielo para ti
te narro nuevos mitos
cada sombra que expulso
la expulso para ti para tu
grave dulzura tu olor
mi nariz te busca
oye cómo tu sangre corre
tus venas delicadas
se ramifican en
mi retina
echas en mí raíces
porque también yo soy
hijo de la tierra
Apolo, el doliente
conocía toda hierba
conocía cada miel
conocía cada conjuro
pero no supe silenciar
ni una de tus heridas
conocía todo canto
conocía cada dios
pero tu alma, mortal
tu muerte sigue siendo mi culpa
nadie puede ayudarme
dónde estaba yo oráculo dónde estaba yo sanador
quise llevarte hacia la eternidad
he fallado
quién consuela a un dios
quién me consuela a mí
te escurres entre mis dedos
tu cuerpo ungido; inmóvil
tu sangre: ahora raíces
mi duelo: ahora flores
juntos
mensajeros de la primavera
su aroma cuenta
sobre mi amor
correspondido
como eco eterno
siempre que Aries
suceda a Piscis
Espejo de mar
Miro en el espejo de mar
nado entre olas cráteres hipocampos
mis poros abiertos enormes como volcanes submarinos
fallas subcutáneas excavan el lecho marino
el propóleo y la niacinamida
luchan por alzar barreras en mi piel
contra el calor seco
contra inundaciones que no traen humedad
sino destrucción las arrugas alrededor de los ojos son ira
o preocupación dónde está la diferencia
todo forma parte de la zone critique
también las impurezas
teñidas por el contacto con el oxígeno
material muerto excesivamente queratinizado
oh hiperqueratosis santa dorada
esperas a ser absuelta
devuelta al ciclo qué sucede con la piel muerta
quién llora por las células que dejo caer
copos, migajas, cabellos
soy un funeral ambulante
50 millones de células mueren en mí cada segundo
soy un renacer continuo
50 millones de células nuevas se forman
quién las recicla quién las recoge quién transforma sus moléculas
en valles nuevos montañas paisajes todo es polvo de estrellas
ya no salgo de casa sin SPF 50
el fluido contra el sol es también probiótico
acaricia la vida sobre mi piel halaga
al microbioma que se entiende desde mi frente
hasta la tercera curva de mi intestino
como un biotopo sin frontera entre dentro y fueracuando eres un microorganismo
oh zones critiques si tan solo supiéramos
cómo traducir lo crítico de la zona
en una crítica que se escuche
un idioma que hable lípidos con fluidez que nos haga agentes y no
una corona de la creación imaginada de jacintos y otras piedras preciosas
que ni siquiera saben
cómo lidiar con el fuego
la mancha marrón en mi ojo izquierdo es una
alteración pigmentaria o una profecía
promesa o ilusión
pasado o futuro
y las nereidas cómo sobreviven
a tanto microplástico
Los pies de Aquiles
el cuero
de la correa
trasera
tensado estirado
entre suela
y correa
una ventana
imperfecta
piel
encallecida
gastada
por muchos
zapatos
por muchos
kilómetros
andados
a paso veloz
células muertas
endurecidas
olvidadas por la vida
pero tu lengua
lee aquí sales
esperanzas
invito
a tus dientes
a hundirse
en mi pie
marcha fúnebre
o
paso marcial
enamorado
a la piel
endurecida
le da igual
quiere
que tú hundas
tus dientes
en los pies
de mis versos
tú me quemas
] lo que Chloris le regaló
tú me quemas
Sol
] de mediana edad 4,56 mil millones de años
tú nos quemas
recuérdame aquella dulce manzana roja en su rama alta
recuérdame aquella dulce manzana roja y olvidada
no, no olvidada, inalcanzable
] como un jacinto en las montañas
] flor rota por pies descalzos
tú me quemas
]
te ofrezco mi vida
] para regalarte una manzana
masticando [
nos queda solo el recuerdo [
una vez más contigo [
]
pues tú me quemas
Tejida de tiempo
pantalón de satén
carpa ondulante
tejida de tiempo
sostenida por varillas
plegables de cabello
cómo debo describirte
lenguaje para el cuerpo
medicinal o vulgar
científico o rudo
uranista neptuniano
te reconozco en la densidad
de la mitología
me aseguras
que mi pudor
es una fórmula heredada para la
autoregulación
tu piel
una invitación a
pasar la noche tendido
sobre su lecho tibio
no necesitaré cobijas
me esconderé en tu carpa
entre las
almohadas
suaves
peludas
sumergido en el esfínter onírico
un sueño dentro de un sueño
trayectorias entrelazadas
dónde iré a despertar
Labor onírica
Tenemos que imaginar la labor onírica
como generadora de conocimiento
cuerpos abyectos se raspan en las articulaciones
laceradas por violencia estructural
siguiendo flechas que reposan en heridas santificadas
agotando energía del pasado
se sumergen en el cuerpo colectivo de dolor queer
memorias celulares intensificadas de ancestros solidarios
disonancias cargan por
generaciones el peso de la interpretación postergada
interconexiones vitales fantaseadas a los márgenes
por ravers reencuadradas como conocimiento revelador
sacerdotes sagrades izan lo oculto desde las profundidades
recursos liberados desatan lo que late dentro
Tenemos que imaginar la labor onírica
como generadora de conocimiento
disforias entonan al amanecer
cánticos rimados con prisa
Debemos concebir el trauma como saber

Kevin Junk (él/ellos) escribe novelas, poemas y ensayos. Kevin vive y trabaja en Berlín. Su última novela, Saturns Summer, ha sido publicada por Querverlag. Foto: Tobias König




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